lunes, 15 de febrero de 2010

You Can Have whatyouwant


El señor J. trabaja de pianista en el bar de un hotel de montaña cerca de los Pirineos. Lleva allí varios meses pero vive despreocupado por tener constancia del tiempo. No le molesta la gente pero tampoco le agrada la compañía, le gusta hablar porque no le interesa lo que quiera decir nadie. Está triste y toca el piano tan bien que sus manos parecen seres salvajes capaces de llegar al fondo de cualquier melodía hasta dejarla desnuda. Casi de una manera obscena pero con la más suprema suavidad de la piel de un tigre. Así de salvajes.



Cuando conocí al señor J. me preguntó por qué me iba, si no me gustaba lo que tocaba. Lo hizo con un gesto de inocencia tal que no pensé que fuera una broma. Pero es que tampoco lo era porque el señor J., a sus 60 años, con su pelo blanco y su traje pasado de moda, no tiene el sentido del humor obsoleto. Es que nunca ha tenido sentido del humor. Se ríe de la palabra bragas, se rie de cómo masco chicle, pero se asusta de todo lo que no sean las teclas del piano, las canciones de Chopin o sus leves recuerdos de una incierta nochevieja en la que se vistió de esmoquin.



El último día me lo encontré de camino al coche, lo tenía aparcado justo a mi lado y me dijo que lo acompañara a escuchar la canción de Casablanca. Me senté junto a él preparada para salir corriendo en cualquier instante. Al comienzo de la melodía me relajé, entendí que el señor J. estaba desmemoriado, viejo, aturdido, y que sólo era un hombre que vivía en la montaña y se acostaba pensando que dentro de un rato habría que levantarse.

El olor de café en su aliento, el tono de su piel seca y su voz ajada.
El señor J. repetía
mi coche, mi coche, las manos le delataban.



3 comentarios:

  1. Hola. Ya hace tiempo que no entro en ningun blog, y llegue a este por casualidad, me puse a leer el mio que hace meses y meses que ni miro y fijate donde llegue!!! Bueno quiero decirte que he leido y visto tus articulos y me recuerdas mucho a una cantante española que me gusta mucho, me recuerda a su musica. creo que tendrias que escucharla. Russian Red. Un saludo

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  2. Pobre señor J. tan solo, tan triste...

    Me encantaron las imagenes de los posts anteriores ; )

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