lunes, 3 de mayo de 2010

Lo tienen todo para ser abuelos

Mi abuela fue una costurera afamada en el departamento de su fábrica por los hermosos tarareos que acompañaba al ritmo de las agujas mecánicas. Se casó a los 24 años con mi abuelo y dejó el trabajo de las máquinas por el de las ollas.
Dice que si volviera a nacer hoy no le verían el pelo. Dice también que cuando se mira en el espejo sigue viendo su cara de hace 30 años. Y que esa de la foto que acabo de sacarle no es ella.
Cuando ahora tararea suena un pajarito.












Mi abuelo fue revisor de autobuses, zapatero, mecánico y manitas. Lo que más le ha gustado siempre es ir al campo con las tarteras, cuantos menos bultos mejor. Aunque no parecía pasarlo bien, sí disfrutaba. O eso dice hoy, que ya no puede ir.
Dice también que se le han quedado unas rodillas de papel. El otro día se fue a dar el paseo con tan mala suerte que tropezó y se rompió una mano. La izquierda.

3 comentarios:

  1. Cuando mi abuela tararea suena igual, como un pajarito...Me encanta escuchar lo que nos cuentan...tienen las mejores historias...me encantan las fotos por cierto!
    besos
    Lau

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  2. :)
    ¡Por los tarereos de los abuelos! :)

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  3. ¡Uy! Abuelos...¡tienen tanto que contar! Y también van teniendo tantos achaques...

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